El salto tecnológico
Con el primer sistema de extracción por solvente, se inicia la revolución tecnológica de AGD. La capacidad crece en 200 toneladas.
Con el primer sistema de extracción por solvente, se inicia la revolución tecnológica de AGD. La capacidad crece en 200 toneladas.
La planta de AGD aumentó su capacidad a 250 toneladas diarias. Lanzó sus primeras marcas de aceite refinado: Deheza, Gacela y La Batelera.
El cultivo del lino empezó a ser desplazado por girasol y maní. AGD se tecnificó y amplió su capacidad productiva de 30 a 150 toneladas diarias.
Diecinueve pioneros acompañaron a Adrián Urquía en su proyecto fundacional. La planta comenzó a funcionar con seis prensas usadas el 22 de julio de 1948.
AGD mantiene un estrecho vínculo con la comunidad de General Deheza, aquella que la vio nacer y desarrollarse. Por ello, renueva día a día el compromiso social que practicó desde siempre su fundador, Adrián Pascual Urquía. El crecimiento de General Deheza - a 200 kilómetros al sur de la Ciudad de Córdoba - está signado por la presencia de la aceitera.
Los miembros de una nueva generación de la familia Urquía y otros hombres de General Deheza comenzaron a vincularse a la actividad de la aceitera, a partir de la década del '60. Alberto Vicente, hijo de Vicente Urquía, se sumó al quehacer de la empresa en 1963. Adrián Alberto Urquía fue el primer hijo de Ñoño en incorporarse a AGD en 1968. Roberto Daniel se sumó en 1970 y Adriana Nora en 1985. Todos asumieron funciones de responsabilidad en la firma.
Adrián Pascual Urquía tuvo visión estratégica. Entendió que las ventajas comparativas naturales del campo debían potenciarse con una agroindustria moderna, integrada y competitiva. Interpretó que la Argentina interior podía hacer un gran aporte a la construcción de una economía sólida y una sociedad madura. Creyó que, para lograrlo, muchas cosas debían cambiar, y en función de ello, puso manos a la obra. Participó en la vida pública de General Deheza, su pueblo, y Córdoba, su provincia.
Adrián Pascual Urquía fue un hombre de la producción. Creyó en la dignidad del trabajo y en la fuerza transformadora de la industria como medio para agregar valor a los recursos naturales y generar bienestar y progreso social. Fue un empresario genuino, tomó riesgos y se animó a competir e innovar. Reinvirtió una y otra vez las utilidades, sin tomar otros atajos para crecer. Despreció la cultura prebendaria y rentística, la "plata dulce", la ganancia fácil.
Una genuina vocación competitiva.
El desarrollo de una sólida estructura de logística. Uno de los ejes fundamentales del desarrollo vertiginoso de AGD y sus empresas vinculadas está en el manejo de la logística, diseñada bajo el concepto de integración de todas las áreas. Con una actividad exportadora en constante expansión, otorgó un papel relevante al objetivo de contar con un servicio portuario eficiente. Así, AGD es propietaria del puerto Timbúes y, además, asociada con otras empresas de los puertos Terminal 6 S.A. y Guide S.A., todos ubicados en el área de Rosario, provincia de Santa Fe.